EL DISCIPULO, Y LA VASIJA.

El maestro pregunto a la asamblea: - “¿Cuánto liquido cabe en un recipiente?”. Después de un breve silencio: “Los ceramistas dijeron depende de la porosidad del barro” Los matemáticos dijeron: “depende del volumen y su capacidad”. Los sofistas, hablaron: “dentro del contexto de la palabra, es ambiguo el planteamiento”. El pueblo, en si mismo se cuestionaba si: “depende de la vasija”, “¿de cuanto es la vasija?”, “agua o aceite”, “¿a ras del todo?” o “hasta que rebose”. Y así se estableció una polémica al respecto de la pregunta, todos debatían, menos el discípulo que observaba en silencio como todos acaloradamente planteaban desarrollos científicos. El maestro, a su vez observaba la acción desde afuera a los que debatían acaloradamente, y observo el silencio de su discípulo. Se dirigió a este último y le pregunto “Y tú, ¿Qué opinas?”. El discípulo, se sonrojó y le contestó “es que no se, que es una vasija”. ----- Eso es lo que no...