III

En la primera fila había una niña, llamada Aurora, que le dijo: - “Joven maestro, ¿Cómo es el amor de las madres y el de los novios?”. Él la miró con dulzura y dijo: - “El amor de una madre, es como una oruga de seda, que nació inocente e inexperta como tú, luego crece en la vida y se aletarga para dar paso a una hermosa mariposa, que con el cambio alegra la vida de todos los seres, dejando tras de sí un regalo maravilloso y sedoso para todos”. Y, continuó: - “El amor de los novios, debe ser como los movimientos de los perezosos en los arboles; lento en su caminar, sin prisas. Alimentándose de las hojas -acciones del día a día- y disfrutando del momento, y del lugar pero a salvo de otros depredadores -como pueden ser el egoísmo, la desidia, la monotonía, el yoismo, etc..-“ En ese momento, la niña se levantó y corrie...