NECEDAD.
“Las lagrimas que caen por mi cara, son el reflejo
del río desbordado del dolor ajeno que siento
por los esclavos, de las ideas ajenas”.
-Rafa’s-
No saber pensar es la
inmadurez más común del ser humano, ser presa del pensamiento y las opiniones
de otros es la tenaza más esclavista en nuestro mundo actual y la más usada por
todos.
La carencia de ideas propias,
demuestra la carencia de ideales por los que vivir, luchar o participar en la
vida.
Los suspiros que nacen de mi garganta, son el reflejo de las voces que claman por ideales vanos y fútiles, vacíos de concreciones y vacíos de efectividad.
No pensar por uno mismo, es
dejarse arrastrar en el río de la vida por las necedades e ignorancias de los
demás, por los caprichos del que siendo ignorante se hace sabio, de quien
siendo un vano personaje se crece hasta creerse ser alguien.
Las rabias que tengo nacen de mi impotencia, y son el reflejo de la ignorancia que mantengo a lo largo de mi vida al no ser capaz de poder pensar por mi mismo.
Sabio es el que ni llora, ni suspira, ni tiene rabia.
Ya que es sabio en sus
propias opiniones, no dejándose llevar por
los demás, ni se deja mecer en el columpio de la idolatría.
Sabio es quien se ha forjado a si mismo, serenamente bajo sus propias opiniones y aprovechó sus propias experiencias.
La necedad humana, comienza
en la falta de criterios propios, en la falta de objetividad propia, así como
en la carencia de ideas propias; no obstante, eso tiene cura y es a través de
la introspección y de la documentación de argumentos
Sé sabio, para sacar la necedad de ti.
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