RELATO VVIIII
Un viejo sabio caminaba por la senda de la vida y
tropezaba constantemente en las ramas, piedras y desniveles.
Detrás iba su alumno, serio y pesaroso pendiente a su
caminar
y de los peligros del camino para no tropezar nunca.
En un alto del camino el discípulo dijo:
“Maestro, ¿Por
qué no miras bien por donde andas?,
así tropezarás
menos”.
Él, sorbió un poco de agua y le respondió:
“Mientras pierdes tiempo mirando los palos y las
piedras del camino,
no ves el paisaje, ni la riqueza
que te otorgan los Dioses en cada fragmento de la
naturaleza”.
Al terminar la jornada,
el discípulo estaba rascado en los brazos y las
rodillas,
pero su semblante reflejaba una gran sonrisa.
Nuestra vida esta llena de placeres
que nos vienen a cada momento
y sin embargo nos paramos
en las miserias que pisamos.
-del libro PENSARES parte II
Autor ©Rafa’s-.
Buena reflexión, me encanto.
ResponderEliminarAsí es amigo nos estamos perdiendo de ver la vida misma es su máximo esplendor un abrazo y felicidades
ResponderEliminarGracias. Así es... Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tú comentario.
EliminarAsí es, no vemos lo bello de la vida por ir siempre mirando el suelo.
ResponderEliminarMuy buena reflexión
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