EL TREN DE LA VIDA

 

En el tren de mis vidas, y arrastrando muchos vagones, yo soy el único viajero acompañado de diversos pasajeros, que suben y bajan; y de muchos paisajes.

 
Me pueden acompañar en el mismo vagón distintos viajeros, cada uno con su tren de vida, y con sus paisajes externos, cada uno con sus vidas en sí misma.
Hoy vuelvo he vuelto a ver mi vagón, en un tren inicialmente lleno de ilusiones -y, que resultaron algunas rotas, otras despedazadas y otras intactas-.
Todas ellas, son mías y las he viajado y experimentado yo solo.
 
Al asomar la cabeza. mi cabeza por el vagón del tren de mis vidas, veo un gran paisaje que me rodea, que me abraza y hasta muchas de las veces me hace meter la cabeza más aún en el vagón y cerrar los ojos, pero es mi tren mi vagón. Y, sobre todo mi paisaje -que se hace unas veces cálido y algunas veces frio-.
 
Reconozco las caras de mis compañeros de vagón, todos ellos me sonríen   -algunas veces-, todos ellos me dan la palmada en la espalda, y a veces me apuñalan; pero yo, solo veo mi paisaje, y además cargo con mi equipaje.
Yo solo me observo a mí, mi recorrido, mis kilómetros, mis compañeros, mis vivencias, mis experiencias, y el lastre que llevo conmigo.
 
Pero: ¿Quién soy?, ¿Qué parte del paisaje soy?, ¿Qué equipaje llevo?
                                                                     ¡Serán éstas las claves del viaje!
 
 
Dicen que: “La felicidad no te la da el premio, sino con quien la compartes”.
En los trenes de mis vidas he tenido y tengo muchas felicidades y muchas personas con las que he compartido.
Y, las seguiré compartiendo.
Y. todos somos compañeros del mismo, como de distintos vagones.
 
 
 
 
 

-Trabajo para REFLEXIONARIO III

© Rafa’s-

05/12/2023