MIEDO.
“Tengo miedo”, le dijo mi cuerpo a mi razón.
Ella le contesto, miedo ¿por qué?, ¿a qué?, ¿lo has visto alguna vez?.
Y, mi cuerpo retrocedió aullando maldiciones de la razón.
La razón, mirando el
horizonte reflexionó:
Seguridad, es asomarse al
vacío y dejar volar la imaginación.
Seguridad, es vivir la vida,
plena con tranquilidad y serenidad.
Seguridad, es abrir las
ventanas de tu cuerpo a la excitante vida diaria, mientras expones tú cuerpo
con la serenidad de la verdad.
Serenidad, es opinar
voluntaria y libremente, con la pesada carga de la responsabilidad de lo dicho.
Serenidad, es acostarse en la
hierba, mientras en el azul del cielo pasan las nubes.
Serenidad, es amarme mientras
te amo y nos amamos, sin resquemores, con la tranquilidad y la pasión del
momento.
Tranquilidad, soy yo cuando
estoy conmigo.
Tranquilidad, es mientras
camino a tu lado y poder recorrer mi vida.
Tranquilidad, es abrir mis
pensamientos a la vida.
Miedo, es cuando me quedo en
la habitación de mi cuerpo y rehúyo a vivir plenamente.
Miedo es lo que me paraliza y
no me deja avanzar.
Miedo, miedo soy yo, cuando
no estoy conmigo.
Hoy avanzo plenamente con la
seguridad de mi serenidad y tranquilo de no tener miedo, me amo, soy consciente
de mi cuerpo con sus limitaciones y su fuerza.
-del libro PENSARES Parte II
autor ©Rafa’s-.
Gracias, por estas palabras.
ResponderEliminarGracias
Ya, pero el miedo, los miedos son inherentes al ser humano y lo acompañan a lo largo de su vida. El miedo a quedarte solo, al olvido, a que tu cuerpo falle. En fin, siempre hay algo que superar.
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