PROFESORES.
Mis profesores no fueron
perfectos, muchos días ellos llegaban con su cara triste, pero siempre que
miraban al aula, lo hacían con una sonrisa en su rostro; podían atender en
algunas ocasiones de mala manera a mis
preguntas o dudas, pero siempre me sacaban de ellas. Les agradezco por ser los
pioneros de mis conocimientos, por instruirme y brindarme sus mejores
conocimientos útiles para toda la vida.
La vida es continua enseñanza
y nosotros somos el mejor docente que podemos tener y al que menos caso y
respeto le guardamos,
Agradecer a un maestro es la
mejor actitud que puedes tomar, ya que con todas sus enseñanzas y consejos, nos
han brindado su gran ayuda, y retribuir todo su esfuerzo y recordarles lo
importante que fueron para nosotros en nuestro proceso educativo, es nuestro deber.
Tuve un profesor en la E.T.E.A., (D. Lucio CADENAS, profesor de Electrónica), que siempre nos decía “puede que no todos terminéis siendo militares, pero seáis lo que seáis en vuestras vidas, sed los mejores; los mejores vendiendo tornillos o pintando, pero sed los mejores, que de mediocres están las profesiones llenas”.
Gracias a todos, desde los
que enseñaban con la vara o el castigo, a los que pacientemente se ponían a mi
lado, a los que repetían y repetían.
Gracias a todos ellos, ahora
sé lo que sé, y estoy donde estoy.
Y Gracias a mis principales
profesores mi familia (padres, abuelos, hermanos, tíos, etc..) todos me habéis
enseñado mucho.
Seamos gratos.”
-del libro: COMENZAR EL CAMINO-
El agradecimiento, algo importante y que poco hacemos.
ResponderEliminarY es importante.
EliminarLa eterna simbiosis entre profesor y alumno. Un relevo en toda regla.
ResponderEliminarYo que primero fui alumno y luego profesor, sé bien lo que dices. Y he tenido la fortuna de encontrarme con antiguos alumnos tiempo después y la amabilidad y el agradecimiento estaban presentes, y es esa huella la que te llena de satisfacción. Gracias por escribirlo
ResponderEliminar