EL CLAVO
Miguel,
cogió un clavo, lo apoyó suavemente en la madera, lo inclinó levemente buscando
como hacer mejor el trabajo; con el martillo lo golpeó dura y secamente.
Arremetió contra él una y otra vez; asestando nuevos golpes.
Así, sucesivamente golpeaba en la cabeza del clavo.
El clavo, no entendía ¡porque era golpeado!; la madera desconocía ¡porque era agredida! y el martillo ignoraba ¡que pasaba!.
Solo la, mano sabia la intensidad con que asestaba el golpe.
En un momento del trabajo el clavo se dobló, el martillo paró ayudando a sacar el clavo, y la madera se tranquilizó.
Miguel dejó el martillo, terminó de arrancar el clavo con la mano y la madera suspiro.
Arremetió contra él una y otra vez; asestando nuevos golpes.
Así, sucesivamente golpeaba en la cabeza del clavo.
El clavo, no entendía ¡porque era golpeado!; la madera desconocía ¡porque era agredida! y el martillo ignoraba ¡que pasaba!.
Solo la, mano sabia la intensidad con que asestaba el golpe.
En un momento del trabajo el clavo se dobló, el martillo paró ayudando a sacar el clavo, y la madera se tranquilizó.
Miguel dejó el martillo, terminó de arrancar el clavo con la mano y la madera suspiro.
Y, el agujero quedó para siempre.
-Trabajo MICRORELATOS-
©Rafa’s.
04/08/2025.
El hombre como el clavo cuando es golpeado repetidamente acaba doblándondose y hasta perdiendo la cabeza 🤗🤗
ResponderEliminarGracias por el comentario Javi, un abrazote.
EliminarYo entendí lo
ResponderEliminarMismo que Javi , muy bueno
Gracias por tu comentario
EliminarLa falta de pericia de Miguel a la hora de clavar es lo que ha hecho que no funcione la conjunción del clavo y la madera que estarían llamados a formar parte de un trabajo superior. El martillo es la herramienta que en buenas manos todo funciona y en manos inexpertas causa daño.
ResponderEliminarMuchas gracias por tú comentario.
Eliminar